LA REVOLUCION INDUSTRIAL
domingo, 20 de mayo de 2012
Condiciones de trabajo
LAS
CONDICIONES DE TRABAJO MALSANAS Y AGOTADORAS
El aire caliente y húmedo, que es el que más reina
en las fábricas de hilados y tejidos, es altamente debilitante; produce
abundantes sudores; languidez muscular y debilidad en el sistema gástrico,
acompañada de poco apetito; respiración lenta y penosa; movimientos pesados y
difíciles; la sangre no se arterializa debidamente; las impresiones e ideas y
el sistema nervioso se entorpece. El tejedor, bajo cuyas narices se forma la
borrilla, la absorbe con sus inspiraciones anhelosas, ocupando ésta el lugar
reservado al oxígeno, que en vano piden los pulmones.
He aquí la causa del ahilamiento y de la debilidad
de algunos desgraciados tejedores, a quienes la necesidad obliga a pasar 14 y
más horas diarias unidos a un telar, manteniendo el cuerpo en constante
corvadura, siendo su pecho sin cesar conmovido por el bracear de la lanzadera,
y las percusiones del balancín contra cada uno de los hilos de la trama; he
aquí la causa de esa enfermedad, que comenzando por una tos cada vez más fuerte
y más difícil, llega a tener todas las apariencias de una tisis pulmonar,
siendo llamada por los médicos de los distritos manufactureros tisis
algodonera, o pneumonía algodonera; nombres significativos de una enfermedad
cruel, cuyas víctimas van a morir a los hospitales en la flor de la edad;
porque, como esta operación no exige fuerzas musculares, se encarga a las
mujeres y a los jóvenes de pocos años.
SALARICH: Higiene del
tejedor. Vich, 7858.
jueves, 17 de mayo de 2012
Importancia de la industria textil
La
industria textil fue uno de los primeros logros de los campesinos. En Gran
Bretaña la lana de ovejas creó una actividad importante, por el número de
trabajadores empleados y el gran comercio. La producción necesitaba un largo
proceso y se requerían distintos grados de habilidad y fuerza. La mayoría del
trabajo lo hacían los hombres usando máquinas simples. Otras ramas de la
industria textil dependían de materias primas extranjeras: la seda, el lino y
el algodón, por ejemplo. La fibra de algodón era muy corta y sólo se utilizaba
en artículos pequeños. Por ese motivo, los productos típicos de la primera
mitad del siglo XVIII, fueron los artículos de lana pura, y sólo las panas,
hechas de algodón y lino. Dentro de la industria textil, la de los vestidos tenía
importancia relativamente pequeña, ya que la mayor parte de las familias de esa
época, fabricaban sus propios vestidos. Entonces, en 1733 John Kay logró
mejorar el telar de forma simple pero importante, su lanzadera volante logró un
gran ahorro de trabajo; un solo obrero podía hacer el trabajo que antes
necesitaba de dos. En cuanto a los hilados, en 1738 Lewis Paul, tuvo una idea
de tanta importancia como iba a ser la de Kay para los tejidos, en la cual la
lana o el algodón cardados asumían la forma requerida de forma fácil y
sencilla. En 1765, James Hargreaves inventó un torno simple movido a mano y por
medio del cual una mujer podía hilar hasta 8 hilos a la vez. Sin embargo, la
hilaza obtenida era muy suave y poco resistente. Richard Arkwrigth, con la ayuda
de Kay, construyó “el bastidor” en 1768, una máquina que hacía uso de rodillos,
sacando un producto fuerte que fue utilizado en los tejidos de algodón y que
constituyó el primer gran paso dentro de la revolución de la industria textil.
A mediados de los 80 la situación volvió a cambiar como consecuencia de un
nuevo invento en el campo de los hilados. Samuel Crompton logró producir una
hilaza no sólo fuerte, sino fina, adaptable a todas las clases de textiles, que
se conocía como hiladora intermitente. En 1785 la máquina de vapor de Watt se
aplicó por primera vez a los hilados por medio de rodillos, y después de 1790,
cuando el vapor se usó para mover las hiladoras intermitentes, fue posible un
enorme aumento de la producción y la consolidación de esta gran industria
miércoles, 16 de mayo de 2012
Ocupados y desocupados
OCUPADOS Y DESOCUPADOS
A
lo largo del siglo XVIII fue cambiando también la modalidad de explotación de
la tierra: rotación de cultivos, uso de algunos fertilizantes, mejoras en el
instrumental de labranza, reducción del personal al mínimo
imprescindible. En los
lugares en que se aplicaban estos cambios generalmente en las tierras de las
personas más pudientes se tendió a aumentar la producción y, en consecuencia, a
bajar los precios. A su
vez, los campos fueron cercados y los grandes propietarios, conscientes de los
beneficios que les brindaba el nuevo sistema, se adueñaron de las tierras de
los campesinos quienes, de esta manera, se quedaron sin nada.
Esto
provocó que muchos comenzaran a trasladarse hacia los centros urbanos en busca
de trabajo. En las ciudades
que comenzaron a llenarse de establecimientos industriales, las familias
numerosas se veían en serias dificultades, porque siempre la cantidad de
puestos de trabajo era menor que la masa de obreros sin empleo. Los campesinos no paraban de llegar a
las ciudades y esto empeoraba las cosas: ante tanta oferta de mano de obra, los
patrones rebajaban los sueldos y hasta despedían a los que estaban trabajando
para tomar niños y pagarles menos. En
los grandes centros industriales ingleses, como Manchester, Londres y
Liverpool, los desocupados se contaban por miles.
Maquinas y produccion
La incorporación de las máquinas a la producción sustituyó el trabajo manual y los tradicionales sistemas de fabricación por otros nuevos. El trabajo se trasladó desde los talleres artesanales con un reducido número de operarios a las fábricas, donde máquinas y obreros fueron agrupados en grandes concentraciones
La división del trabajo derivó en un notable incremento de la productividad así como la disminución de los costes de fabricación, lo que redundó a su vez en la disminución de los precios y en el crecimiento del número de consumidores.
La división del trabajo derivó en un notable incremento de la productividad así como la disminución de los costes de fabricación, lo que redundó a su vez en la disminución de los precios y en el crecimiento del número de consumidores.
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